Los juegos de pelota se pueden considerar una tradición milenaria, pues existen desde tiempos inmemoriales, como muestra la inmortalización de dos grandes obras: El Juego de Goya y la Odisea de Homero. Desafortunadamente, estos juegos han experimentado periodos de auge y de decadencia, pero han existido en una gran variedad de pueblos como: los egipcios, los mayas o los japoneses.
Es en la antigua Grecia donde se regulan los juegos de pelota, se dice que Alejandro Magno fue muy buen jugador. Más tarde en la época romana se convierte en un juego practicado por toda la sociedad inclusive por los emperadores. El juego pasa a ser recomendado por los médicos y se sitúa dentro del ocio, incluso se fundaron asociaciones y federaciones de competición las cuales originaron la aparición de jugadores profesionales.
El juego (Goya, 1779)
Es en la antigua Grecia donde se regulan los juegos de pelota, se dice que Alejandro Magno fue muy buen jugador. Más tarde en la época romana se convierte en un juego practicado por toda la sociedad inclusive por los emperadores. El juego pasa a ser recomendado por los médicos y se sitúa dentro del ocio, incluso se fundaron asociaciones y federaciones de competición las cuales originaron la aparición de jugadores profesionales.
En la edad media el juego consigue estar presente en más territorios gracias a los legionarios y las tierras del Imperio. Se practicaba en Francia, pero quedaba prohibido al pueblo bajo, se reservaba a la nobleza. Más tarde, en la república el pueblo se pone en contra de este tipo de juego “juego del enemigo”.
También se practicaba en Bélgica, Italia y la Península Ibérica. Las modalidades equivalían a las actuales llargues y a la escala i corda, según el terreno, abierto o cerrado.
A mediados del siglo XIX los ingleses inventan el tenis a partir del juego de pelota incorporando la raqueta.
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